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Los pulmones son dos órganos simétricos y esponjosos ubicados en el tórax. Su función es transferir el oxígeno inhalado al torrente sanguíneo y purificar la sangre de dióxido de carbono. A través de la inspiración, el aire entra al cuerpo a través de la nariz y la boca y llega a los pulmones a través de la tráquea, un órgano que se divide en dos ramas. Estas dos ramas principales a su vez se dividen en ramas cada vez más pequeñas llamadas bronquios y bronquiolos. En el fondo de los bronquiolos se encuentran los alvéolos. El intercambio de gases tiene lugar a través de los capilares presentes en los alvéolos.
El cáncer de pulmón, que puede desarrollarse a partir de las células que forman los bronquios, bronquiolos y alvéolos, puede formar una masa que, en función de su localización, obstruye el flujo de aire o causa hemorragias pulmonares o bronquiales.
El cáncer de pulmón es uno de los cánceres más comunes en el mundo tanto en hombres como en mujeres, con más de dos millones de nuevos casos al año. En el caso de nuestro país, según el informe Las cifras del cáncer en España 2024, el cáncer de pulmón es un cáncer muy frecuente (32.768 nuevos casos estimados en la población general solo en el año 2024). Sin embargo, debido a su alta mortalidad, su prevalencia a los cinco años es relativamente baja (41.143 pacientes para el año 2020).
Existen diferentes subtipos de cáncer de pulmón: cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) y cáncer de pulmón de células no pequeñas. (CPCNP), que es el más frecuente.
Cáncer de pulmón de células pequeñas o microcítico (CPCP o CPM) . Es el cáncer de pulmón menos común, supone alrededor del 15%. Principalmente, está vinculado con el hábito tabáquico. Se caracteriza por tener un rápido crecimiento y diseminación.
Cáncer de pulmón de células no pequeñas o no microcítico (CPCNP o CPNM) . Es el tipo de cáncer más común. A su vez, este tipo de cáncer se compone de otros subtipos: adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas, carcinoma de células grandes o carcinoma indiferenciado; y carcinoma adenoescamoso.
Los factores de riesgo son hábitos, comportamientos o factores genéticos que incrementan las probabilidades que tiene una persona de desarrollar cáncer.
Hasta la fecha, el tabaquismo es el factor de riesgo más importante en el cáncer de pulmón y es la causa del 90% de los diagnósticos. Dependiendo de la cantidad de cigarros, las personas fumadoras tienen entre 10 y 20 veces más riesgo de desarrollar la patología. Las personas consideradas como fumadoras pasivas también poseen el riesgo de padecer cáncer de pulmón al mismo nivel que las personas que fuman ya que los agentes cancerígenos del tabaco también están en el humo que desprenden los cigarrillos.
Otros ocho factores de riesgo del cáncer de pulmón:Los síntomas del cáncer de pulmón a menudo son silenciosos y, por lo tanto, el diagnóstico puede retrasarse. Los síntomas son inespecíficos y pueden confundirse con los de otras enfermedades respiratorias. Los síntomas principales son: tos persistente, infección pulmonar que no desaparece, dificultad para respirar, sibilancias, sangre en la flema, dolor de pecho persistente o dolor en el hombro, cambio en el tono (ronquera) o profundización de la voz, pérdida de peso inexplicable. Y también otros síntomas como la falta de apetito, fatiga severa y la fiebre.
Los síntomas suelen aparecen más claramente a medida que el tumor aumenta, ocupando mayor espacio y causando daños en los alrededores del tejido pulmonar. En algunos casos, la enfermedad puede progresar y algunas células tumorales se desprenden y se diseminan a otros órganos (metástasis) y esto puede causar otros síntomas como el dolor de huesos, de cabeza y debilidad.
El tratamiento de los síntomas es un objetivo importante de la terapia del cáncer de pulmón, por esta razón es necesario informar a los profesionales médicos sobre todas las señales, su avance e informar si cambian con el tiempo o si surgen otros nuevos.
En la mayoría de los casos, el cáncer de pulmón se diagnostica en un estadio avanzado 3, ya que el paciente puede estar asintomático durante un largo periodo. Por esta razón, ante la aparición de síntomas sospechosos, se deberá comunica al profesional médico para que lleve a cabo los exámenes y pruebas de diagnóstico necesarias.
Para diagnosticar el cáncer de pulmón y comprender su extensión y localización, el personal médico emplea técnicas de diagnóstico por imágenes como los Rayos X o radiografía de tórax. tomografía computarizada (TC) o también conocida como tomografía axial computarizada (TAC) o tomografía por emisión de positrones (PET-CT) o la resonancia magnética.
Si, tras la realización de estas pruebas, se sospecha el diagnóstico de cáncer de pulmón, el especialista prescribirá una biopsia del tejido para formular el diagnóstico patológico para identificar el subtipo histológico y confirmar el estadio de la enfermedad.
Conocer el estadio del tumor aportará información útil para posteriores intervenciones terapéuticas. Se podrá predecir el pronóstico, la duración y la evolución de la enfermedad y se podrá determinar si el paciente puede incluirse en ensayo clínico.
Las alteraciones moleculares en el cáncer de pulmónA principios de la década de 2000, los investigadores identificaron ciertas alteraciones genéticas responsables del crecimiento y la replicación tumoral. Algunas proteínas pueden mostrar alteraciones y se definen como "mutaciones impulsoras" del tumor. Actuando sobre la mutación, las proteínas permiten una respuesta dirigida para mejorar la supervivencia del paciente.
La búsqueda de mutaciones forma parte de un enfoque de lo que se conoce como medicina de precisión basado en las características de la enfermedad en cada paciente, para intervenir de una forma más específica y, por lo tanto, más efectiva.
Hasta la fecha, en el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), es posible realizar pruebas moleculares para identificar posibles mutaciones en varios genes, que incluyen: KRAS (25%), KRAS G12C (11-13%), EGFR (15%), ALK (5%), MET (3%), BRAF (2%), HER2 (2%), ROSI (1-2%), RET (1-2%), NTRK (<1%).
Específicamente, en los cánceres de pulmón de células no pequeñas, se encuentra con frecuencia la mutación del gen KRAS (25% de los casos). Esta mutación específica también se encuentra en tumores sólidos que afectan a otras partes del cuerpo, como el colorrectal y el páncreas.